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problema contratiempo. De pronto escuchamos la explosión. Bastante modesta y es que uno ha sido fallero y no era más que un masclet pero cundió el pánico. Al menos se hizo un silencio generalizado. Yo que además he estado cerca de un par de atentados de ETA ni me inmute levanté a lo niños y les dije que eso que se había vuelto a caer un pedazo de techo del aeropuerto y que nos ibamos a facturar eso si con cuidado por si se desprendía otro pedazo del techo o lo que fuera. El caso es que Alvaro empezó echar de menos su abrigo, su abrigo favorito para ser exactos. No estaba en el macdonald y le dije que no se pusiera nervioso que seguro que lo tenía nuestra amiga francesa en el mostrador de facturación de Iberia. El caso es que cuando nos empezamos a mover nos encontramos con que habían desalojado la mitad de la terminal y como los franceses con muy peliculeros había bomberos por todos los lados, soldados en alerta, sanitarios, bomberos y los «clientes» en la calle mirando a una distancia prudencial. Le preguntamos a un par de policias/soldados en inglés que que pasaba y nos soltaron un que era un problema de seguridad nacional y que retrocedieramos. Así estuvimos unos 15 minutos después de la explosión hasta que de pronto desaparecieron y el aeropuerto empezó a funcionar. LLegamos a la zona de la «explosión». Aquello parecía de lejos como si hubiera caído algo del techo, había un trapo negro encima que le daba un toque realmente macabro. El caso es que seguimos caminando y como a más de 20 metros pixelizo no me estrese hasta que estuviera más cerca. De hecho estaba más preocupado por el abrigo de Alvaro. Hasta que de pronto deje de pixelizar y me quede helado. Allí estaba el abrigo de Alvaro encima de los restos esparcidos en un radio de 20 metros de la bomba. Había un cordón de seguridad, gente limpiando los restros, impactos de la «metralla» en el cristal cercano y el contenido de una mochila esparcido y agujereado. Efectivamente el abrigo era de Alvaro y sorprendentemente estaba intacto: solo olía a polvora y al «explosivo líquido». La mochila era la de Karla y los CEDAX franceses había decidido explotarla aunque los perros habían bostezado de aburrimiento. El explosivo liquido era colonia para niños Nenuco. El ácido bórico en mgs estaba esparcido por la terminal en forma camuflada de devor olor. Esto debió ser lo que «engaño» a los perros policias. Los cable sueltos que recogimos en un asiento y otro en el interior de la mochila eran USB y gracias a Dios no estaban conectados. Los elementos pesados alrededor del explosivo eran los cargadores de las cámaras de fotos, un monedero lleno de monedas y tarjetas de crédito, que terminaron llenos de agujeros a varios metros de distancia. El móvil y la cámara no los encontramos ;-( Pero lo mejor estaba por venir: de pronto me rodearon tres policias anti-terroristas y empezaron a interrogarme por señas: ¿es esta mochila suya? a lo que yo respondí (no hablo frances pero creí que era una buena idea improvisar): vu le vu parle angles? los polis no dejaron de mirarme y el jefe del comando dijo: NO Y es que soy un ingenuo nunca se cede ante las peticiones de un presunto terrorista o eso pensaba yo. Me invitaron a seguirles mientras me medio encañonaban, que es algo así como que te hacen señas con el cañon del sub-fusil. Y entonces se me ocurrió que tenía que empezar a preparar un plan de fuga y es que prission break era más apropiado que House para esta situación. Lo primero que hice es despedirme de los niños y darles sus pasaportes y sus billetes. Les dije no os preocupéis por mí esto lo solucionamos sin problemas, pero si me meten en un talego francés tatuaros los planos de la prisión. No terminarón de entender nada a pesar de que les guiñe el ojo un par de veces. El caso es que empezaron a meterme prisa para que fuera con ellos al cuartelillo. Los policías franceses no tienen nada que ver con los de las pelis o las series así que no sabía muy bien que hacer. Por si las moscas mientras me dirigía al cuartelillo empecé a controlar las «vías de escape». Cuando llegamos (karla también venía) sabía que iba ser el momento crucial y que había que estar muy atentos a todos los detalles. Entramos una pequeña oficina con unos 7 policias y de pronto sucedió. El jefe del comando le dió 4 besos al responsable de la oficina. Esto a priori era fundamental para controlar quien mandaba allí o al menos eso pensaba yo. De pronto los 3 comandos pasaron de nosotros y empezaron a besarse entre ellos como si no se hubieran visto desde hacía meses. Allí no había manera de marcar quien era quien, o de prepararse para el interrogatorio. Así que decidí tomar la iniciativa y les dije en inglés mi avión sale en 15 minutos y el jefe de comando nos dijo que teníamos que teníamos que «pagar los gastos». Yo nunca he jugado al mus pero nos quedamos mirandonos a los ojos a ver quien decía algo. Aquí había que echar el resto y entoces paso lo que tenía que pasar: karla dijo en Español: «Ni de coña vamos a pagar nada, se os ha ido la olla, nos habéis reventado la mochila, todo lo de dentro incluida mis tarjetas, mirame a los ojos N I D E C O N Ä». El comando nos miro, nos devolvió los pasaportes, se despidió de nosotros y se fué a tomar unos cafes con el resto de los colegas. Y aquí estamos sin fotos por que no tengo cable para descargas las fotos del destrozo. Tengo todos los pedazos que los colegas de la limpieza pudieron recolectar por el terminal. Vamos que tengo la bomba de hecho he viajado con ella en un avión aunque olía a mascletá 😉 Moraleja: cuidadito con dejarte la mochila que los CEDAX de algunos paises están desquiciados y encima te puede tocar pagar los destrozos si no negocias bien. Actualización: He subido un par de fotos para que veáis que no exagero.]]>